El Turismo Médico, una oferta creciente pero aún compleja de la industria del ocio a nivel mundial, creció razonablemente en 2021 y 2022 a pesar de la pandemia, resultado que es una buena noticia para la industria y la economía en general, que aún lucha por recuperarse.

La actual reactivación de la importante esfera médica de las vacaciones sumó 102 mil 60 millones de dólares en 2019, y se proyecta que alcance los 272 mil 70 millones en 2027.

En términos de volumen, el mercado mundial de este tipo de viajes representó 24 millones 45 mil 80 pacientes en 2019, y se proyecta que llegue a 74 millones 358 mil 59 para 2027.

Es realmente suficiente para el progreso que se necesita.

Sin embargo, los obstáculos actuales en el camino del desarrollo de la rama del turismo internacional no permiten certezas completas, según un extenso informe publicado en Internet en los primeros días de 2023.

Aunque hay optimismo sobre una zona que no pudo ser frenada por la Covid-19, la guerra en Europa sigue afectándola profundamente. También algunas consecuencias no resueltas de la epidemia.

Las dudas, igualmente, se deben a la caída de la relación entre la cadena global de suministro y el sistema de precios de las materias primas, dicen especialistas; y apuntan que la situación en el Caribe con respecto a esta área médica y turística es, sin embargo, francamente optimista.

CTO, la Organización de Turismo del Caribe hizo un llamado, la semana pasada, a sus países miembros a incentivar y atraer más visitantes a la región para mantener el índice de presencia de viajeros, incluido el turismo médico.

Los factores impulsores son los pronósticos para 2027 y otro aún más temprano, para 2025, que ve una excelente oportunidad en el segmento de salud para el Caribe y para otros destinos del planeta.

Una encuesta en Europa el año pasado reveló que el turismo médico y de salud podría crecer $16,880 millones en dos años más.

Pero para ese tipo de resultado se necesitará un crecimiento anual compuesto de negocios e inversiones, un detalle que vale la pena tener en cuenta de la todavía fuerte secuela económica de la Covid-19 y la interminable guerra de Ucrania.

Sin embargo, el estudio indica que se espera un fortalecimiento de la competencia en torno al ramo, elemento muy rentable porque dinamiza el mercado.

Volviendo al Caribe, hay posibilidades favorables para ello. En 2022, las islas se encontraban colectivamente entre las regiones de recuperación más rápida a nivel mundial, rescatando entre el 85 y el 90 por ciento del total de llegadas en 2019. Y esto se aplica al turismo de salud, se afirma.

Algunos destinos turísticos lo han demostrado. Este es el caso de la isla de Dominica, que mantiene su turismo ecológico y de naturaleza con un fuerte apoyo nacional.

El turismo de salud ha tenido un buen progreso en el Caribe. En República Dominicana se hizo un buen esfuerzo para mantenerlo «arriba» a pesar de la pandemia. En ese país, el turismo de salud crece a un ritmo anual, del 25% al 30%.

Los estudios afirman que la tendencia allí se mantiene. Esto sucede porque es un lugar preferido por quienes demandan servicios médicos especializados alrededor del mundo.

En cuanto a Cuba, es una isla ampliamente reconocida por la calidad y profesionalismo de sus servicios de atención médica, lo que la confirma como un destino de salud por excelencia.

Sus mejores ofertas son las bondades de la naturaleza, el clima, su seguridad y un distinguido nivel científico y profesional de alcance mundial.

La medicina cubana está especializada en acciones contra la pandemia y los desastres naturales en el exterior. Dispone de una envidiable red de hospitales y lugares de atención sanitaria en general.

Muchos destinos turísticos alrededor del mundo, como el Caribe, están apostando por ofrecer programas de salud vinculados a las vacaciones. Las previsiones, hasta el momento, justifican tales planes.