“Veo un huracán de categoría 5, a 450 millas de la costa”. El epidemiólogo estadounidense Michael Osterholm hablaba así de un acechante repunte de los casos de coronavirus en el país norteamericano. En España, la circulación del virus continúa siendo muy elevada en la tercera ola, pero la curva dibuja ya una tendencia al descenso. Ahora, con la fatiga pandémica, la vacunación en marcha y todo lo aprendido tras un año de emergencia sanitaria, resulta difícil no pensar en cómo impactará la cuarta ola.
Consultamos a tres expertos en epidemiología, enfermedades infecciosas y medicina preventiva para tratar de analizar los factores que marcarán nuestro futuro próximo: desde la influencia de las nuevas variantes del virus a la llegada de las vacunas, pasando por el mantenimiento de las medidas de contención.
“Algunos hablan de salvar la Semana Santa y huele a descontrol. Si para Semana Santa la gente no sigue las normas usuales de prevención, habrá transmisiones y podría empezar ya la cuarta ola”, afirma Joan Caylà, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología, preguntado por RTVE.es.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, lo esbozaba este lunes. “Es probable que haya una cuarta ola, pero será más lenta y progresiva”, aseguró, apuntando que cuanto más se retrase, más personas estarán inmunizadas y más contenido podrá ser el repunte. El epidemiólogo del Ministerio de Sanidad señaló además un condicionante clave: que las medidas de prevención y restricciones no se levantaran antes de tiempo. Y un riesgo: si la variante británica acaba de desplazar al resto, la cuarta ola podría acelerarse.
También el estadounidense Osterholm, que formó parte del equipo que asesoró a Joe Biden durante la campaña en 2020, advertía en la NBC de la expansión en EE. UU. de la nueva variante británica, que según los primeros estudios de Salud Pública del país podría ser hasta un 50% más contagiosa.
Pero el epidemiólogo consultado, Joan Caylà, como Simón, no cree que la estrategia para hacer frente a las nuevas variantes pase por adoptar medidas distintas a las tomadas hasta el momento. “La verdad es que ante el incremento de la incidencia en Reino Unido impulsaron medidas, casi un confinamiento, y a partir de ahí la incidencia ha mejorado mucho”, nos dice el representante de la Sociedad Española de Epidemiología, quien pide prudencia a la hora de llegar a conclusiones sobre las variantes y teme que la euforia por las vacunas nos haga bajar la guardia.
Simón cree que es «posible que haya una cuarta ola» pero que según pasen las semanas será «más lenta y progresiva»reproducir video03.35 minSimón cree que es «posible que haya una cuarta ola» pero que según pasen las semanas será «más lenta y progresiva»
El mayor riesgo: lugares cerrados y sin mascarillas
Alberto Torres, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Murcia, coincide plenamente en su diagnóstico con el de Caylà: es importante reducir los contagios para que sea posible volver a detectar todos los casos y, sobre todo, rastrear sus contactos. El objetivo de “COVID 0”, nos dicen, es utópico, pero debería ser una prioridad. “La recomendación para evitar la cuarta ola tiene que ser bajar la incidencia acumulada a los valores más bajos que podamos”, afirma el preventivista.
Su receta es clara: “El coronavirus se transmite por contacto próximo cuando estoy sin protección respiratoria. Se pueda transmitir de forma anecdótica de otra manera, sí, pero eso no es lo que lleva a la epidemia (…) Lo que lleva a la epidemia son los lugares cerrados, donde la gente está tomando alimentos con personas que no son convivientes”.
Por ello, aboga por ser más precisos en las medidas. “Si hay que indemnizar a esos empresarios, posiblemente es mucho más barato hacerlo que tener a toda la economía en jaque por la transmisión”, valora Torres sobre el cierre de la hostelería.
Igualmente considera que pueden cambiar las variantes, pero no la respuesta. El catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública asegura que la fuerza e impacto de la cuarta ola estará mucho más influida por “las medidas que tomemos a partir de ahora” que por los cambios en el virus.