Madre latina sale con quintillizos del hospital en Nueva York

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    Arlette Rivera tendrá un “Día de las Madres” como pocas otras mujeres, luego de finalmente poder llevarse a casa a sus cinco bebés, nacidos a fines de febrero en Nueva York.

    Arlette y su esposo Christopher, ambos padres primerizos, ya pueden cuidar a tres varones y dos niñas, nacidos con entre 2 y 3 libras de peso el 26 de febrero en el NewYork-Presbyterian Morgan Stanley Children´s Hospital en Manhattan.

    “Las palabras nunca serán suficientes para mostrar el nivel de gratitud que sentimos”, dijeron los nuevos padres sobre los bebés Sebastián, Sophia, Mathias, Montserrat y Thiago.

    Los partos quíntuples son poco frecuentes, con menos de 50 casos registrados en EEUU en 2017, según las últimas estadísticas federales. En particular, en el hospital donde nacieron los bebés Rivera no se habían visto quintillizos desde 1992.

    Cuando se supo del embarazo múltiple de Rivera, el hospital preparó con mucha anticipación un equipo de médicos, enfermeras, anestesiólogos y técnicos de enfermería para el parto.

    La cesárea de Arlette llegó a las 30 semanas y dos días de embarazo.

    “No podríamos estar más felices por ellos”, dijo a New York Post la Dra. Chia-Ling Nhan-Chang, quien dirigió el equipo y se desempeñó como obstetra de Rivera.

    “No había un ojo seco en la sala de parto”, agregó en referencia a las lágrimas de emoción de todos.

    Rivera logró evitar la mayoría de las complicaciones asociadas con los partos múltiples. Aún así, el primer hogar de los bebés prematuros tenía que ser la unidad de cuidados intensivos neonatales del hospital, donde podrían ser monitoreados de cerca.

    Para evitar confusiones, el hospital probó un innovador sistema de “pictografía”. A cada uno de los quintillizos se le asignó una imagen diferente, fácil de recordar, elegida por Rivera, y basada en sus personalidades en el útero.

    Sebastián, nacido con 2 libras y el más pequeño de los cinco, era una pelota de béisbol. Sofía (2 libras, 6 onzas), un abejorro. Mathias (2 libras, 8 onzas), un cohete espacial. Montserrat (2 libras, 8 onzas), un girasol. Y Thiago (3 libras), el más grande, era un violín.

    Los pictogramas demostraron ser mucho mejores identificadores que el método anticuado “Bebé A, B, C, D y E” de años anteriores, afirmaron funcionarios del hospital.

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