El Gobierno de República Dominicana inauguró este domingo la primera etapa de una ambiciosa «verja fronteriza inteligente», que se extenderá por 160 kilómetros en la zona limítrofe de ese país con Haití, para «frenar el flujo migratorio, el contrabando y el narcotráfico».
Durante un acto en la provincia fronteriza de Dajabón, el presidente dominicano, Luis Abinader, en compañía del ministro de Defensa, Carlos Luciano Díaz Morfa, y de otros altos funcionarios, anunció la puesta en marcha del primer tramo de este proyecto, que culminará en nueve meses, y que consta inicialmente de 53,9 kilómetros.
El mandatario afirmó que este muro será construido para «garantizar la seguridad«, «regularizar los flujos migratorios» entre los dos países, «controlar el comercio bilateral, combatir el tráfico de personas y hacer frente al narcotráfico y a la venta ilegal de armas». El costo de esta primera etapa es de 1.750 millones de pesos (casi 31 millones de dólares)
Por otra parte, adelantó que desde este lunes se instalará un sistema de control biométrico, «que conjuga huellas y fotografías, para el registro del paso de personas en los pasos fronterizos regulados».
«República Dominicana no puede hacerse cargo»
Durante su discurso, Abinader planteó la necesidad de tener una «frontera regulada» y «mucho más segura» en medio de la «grave crisis institucional y de seguridad» que atraviesa Haití, el país más pobre de América, tras el asesinato de su presidente en julio de 2021.
Se refirió a la «preocupante situación de inestabilidad política y social» en el país vecino y agregó que la «galopante crisis económica y alimentaria» que se vive al otro lado de la línea fronteriza debe ser «superada por los mismos haitianos y por la comunidad internacional».
«República Dominicana no puede hacerse cargo de la crisis política y económica ni resolver el resto de sus problemas. Nos proponemos seguir manteniendo unas buenas relaciones de vecindad a la vez que redoblamos esfuerzos en la protección de la frontera y en la defensa de la soberanía».
¿Cuál es la extensión de la valla?
Aunque apenas se dio inicio a la construcción del primer tramo de este muro perimetral, el proyecto consta de un total de 160 kilómetros de verja física compuesta por un muro de hormigón armado y una estructura metálica con alambre de púas. La altura es de 3,9 metros.
Esta valla alcanza poco más de la tercera parte de la línea limítrofe terrestre entre ambos países, que corresponde a 391,6 kilómetros, y entre la que hay 172 kilómetros de ríos y arroyos.
La primera fase, que comenzó este domingo, será de 53,93 kilómetros, mientras que la segunda contempla otros 110 kilómetros adicionales.
Todo el muro perimetral tendrá incidencia en las provincias dominicanas de Montecristi e Independencia y en los pasos fronterizos de Dajabón, Jimaní, Elías Piña y Pedernales.
¿Cuáles son las características?
El ministro de Defensa informó que el sistema de verja perimetral está compuesto por un muro físico con fibra óptica a lo largo. Además, habrá centros de mando y control, sensores de movimiento, cámaras, radares térmicos, torres de comunicación, unidades aéreas no tripuladas y patrullaje en vehículos todoterreno.
«Estamos dando un paso de gigante al integrar la tecnología de punta como herramienta en la optimización de la seguridad y defensa de los espacios fronterizos», aseveró Díaz Morfa.
El titular de Defensa adelantó que en este proyecto también habrá 70 torres de vigilancia y control y 41 puertas de
Antecedentes
El mandatario dominicano anunció de manera oficial la realización de este proyecto en febrero de 2021, un mes después de reunirse con el fallecido presidente haitiano Jovenel Moïse para hablar del tema limítrofe. En ese entonces, la iniciativa había generado críticas por el costo de inversión y por el reciente carpetazo dado por Joe Biden a la propuesta del muro fronterizo entre EE.UU. y México, ‘leitmotiv’ de la campaña y del mandato de Donald Trump.
Durante la inauguración de este primer tramo de la valla, el titular de Defensa dominicano recordó que en 2019 las Fuerzas Armadas iniciaron la construcción de una verja de 2.000 metros en Pedernales, que fue destruida por el desbordamiento del río del mismo nombre, tras el paso de la tormenta Laura, en 2020.
Ya en las provincias Independencia y Jimaní se habían levantado muros de 4.650 metros y de 3.350 metros, respectivamente, cuya longitud fue incrementada en unos mil metros por cada una durante el mandato de Abinader.
En un artículo del sociólogo cubano dominicano Haroldo Díaz Alfonso titulado ‘Las fronteras, los muros y sus agujeros’, publicado en 2020, al autor afirma que en el caso de la frontera entre República Dominicana y Haití existe un «régimen político hostil a las relaciones transfronterizas» que a través de un «andamiaje» de «institucionalidad fronteriza ampulosa» busca «reforzar el apego nacionalista».