La Luna engullirá la luz del Sol gradualmente, hasta convertir el mediodía en una noche, una oscuridad que se prolongará durante más de cuatro minutos.
El eclipse solar del 8 de abril traerá consigo más de cuatro minutos de oscuridad repentina en el norte de México. El fenómeno astronómico más esperado en décadas ha generado una enorme expectación y ha desplazado por igual a científicos de todo el planeta y a decenas de miles de aficionados para su estudio y observación. El eclipse detendrá las actividades en las localidades de México, Estados Unidos y Canadá ubicadas dentro de la llamada franja de totalidad, la zona donde la Luna tapará por completo al Sol, un área de menos de 200 kilómetros de ancho donde la oscuridad está garantizada.
El eclipse solar total recorrerá un arco que abarca desde el Pacífico mexicano hasta el este de Canadá. En México, las ciudades de Mazatlán, Durango, Torreón y Piedras Negras experimentarán una oscuridad momentánea durante la fase total del eclipse. Tras salir de territorio mexicano, la sombra de la Luna continuará su camino a través del centro de Estados Unidos y finalmente se desvanecerá en el Atlántico, después de recorrer la costa este de Canadá.
El fenómeno se inicia cuando la Luna comienza a interponerse entre la Tierra y el Sol, una fase que se prolongará entre 70 y 80 minutos en la mayor parte del continente americano. Durante la parcialidad, los cambios en el porcentaje del disco solar bloqueado son graduales: al cabo de unos 40 minutos, nuestra estrella lucirá como una media luna, un efecto que seguirá en aumento hasta alcanzar la totalidad. Durante la fase parcial, los cambios en la luz solar resultan imperceptibles y es necesario utilizar en todo momento lentes especiales o bien, mirar a través de un filtro de soldadura superior a 14 para observar el fenómeno con seguridad.
