La inflación y la subida de precios no está afectando a las reservas en los hoteles españoles para este invierno, ya que están registrando unos niveles de ocupación y de ingresos extraordinarios superando incluso sus expectativas previas, según el informe Smart Observatory, que, no obstante, alerta de la amenaza de una posible recesión que podría ensombrecer las previsiones de la industria turística de cara el próximo año.
Los datos elaborados por la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) en colaboración con PwC muestran cómo la evolución de la industria hotelera española tras la pandemia es “muy positiva” a pesar de las perspectivas de recesión en Europa.
Entre los factores para esta progresiva recuperación del sector destacan la intención de viaje contenida, el sentimiento positivo e interés por viajar a España y la reactivación del turismo internacional.
“Las ventas en cartera son ahora mismo superiores a las del año 2019 y hemos podido comprobar cómo el incremento de precios no está afectando a la demanda de ninguno de los productos turísticos”, aseguró el presidente de la confederación hotelera española, Jorge Marichal, quien avanzó un buen invierno por delante en el que además “se está generando más empleo que nunca”. El canal directo cuenta actualmente con unas ventas que casi duplican a 2019 (183% respecto a la misma fecha de 2019).
El presidente los hoteleros afirmó durante la presentación del informe celebrada este jueves en Madrid que la demanda y la ocupación de cara al puente de diciembre “es muy positiva” y “aunque el tiempo no acompaña, el sentimiento y las ganas de viajar está por encima de todo ello”.
Una opinión compartida por el secretario general de Cehat, Ramón Estalella, que aseguró que las elevadas cifras de ocupación previstas para las próximas semanas se producirán además en todos los sectores, tanto en turismo vacacional (concentrado principalmente en islas y sur de España), como de otro tipo de turismo como gastronómico y cultural. El sector de turismo de reuniones y negocios también ha sido «sorprendentemente» uno de los grandes impulsores de esta recuperación.
Superando cifras prepandemia
El estudio de la patronal hotelera apunta que las perspectivas de ocupación hotelera este invierno superan las cifras registradas en 2019, a la sombra de una posible recesión el próximo año.
Así, entre los meses de diciembre 2022 y febrero 2023 la industria espera alcanzar unos niveles de ocupación ligeramente superiores a los registrados prepandemia. Sin embargo, la sombra de una posible recesión y sus efectos preocupan al sector en el medio plazo.
El informe analiza la evolución de la industria hotelera en España a partir de un índice general compuesto por cinco indicadores clave, que miden el contexto macroeconómico, los flujos turísticos, el sentimiento del turista, la intención de viaje y la demanda futura.
El estudio marca así un incremento de 0,06 puntos en las perspectivas de ocupación previstas para el invierno 2022/23 con respecto a 2019 y una recuperación de 0,87 puntos con respecto al invierno 2022/2021, que por estas fechas aún no se veía amenazado por ómicron.
Con respecto a las ventas en cartera, el informe revela que las previsiones para el periodo diciembre-febrero superan en cinco puntos al mismo periodo del año pasado y que las realizadas de forma directa casi duplican a las de la temporada de invierno de 2019. Este incremento de las reservas es generalizado en todas las comunidades autónomas.
Además, el sentimiento neto positivo del viajero hacia España (+1,4 puntos) se ha recuperado en el cuarto trimestre, después de que se resintiera desde principios de año como consecuencia del conflicto en Ucrania.
La recuperación del turismo internacional, sustentado por una intención de viaje contenida durante estos años, también es evidente.
Y es que a pesar de que los meses de diciembre a febrero son considerados tradicionalmente como temporada baja, el interés por viajar a España se mantiene un 40% por encima de los niveles previos a la pandemia, observando la mayor tasa de crecimiento en el mercado emisor de los países nórdicos y a la espera, todavía, de la recuperación los mercados de largo recorrido como el asiático.
“La intención de viajes de los principales países emisores nos permite afirmar una positiva mejora en el corto plazo. No obstante, dichos mercados se enfrentan a una situación económica de gran incertidumbre, lo cual puede afectar a la evolución del sector en las temporadas 2023 y 2024”, advierte José Manuel Fernández Terán, socio responsable de Turismo, Transporte y Logística en PwC España.
El sector aéreo, que ya registró 10,9 millones de pasajeros entre septiembre y octubre, presenta unas cifras cercanas a 2019. El incremento de la capacidad de las aerolíneas, unido a la mejora de la conectividad del sector ferroviario y una mayor competencia, también contribuirán a estimular de forma importante la demanda durante los próximos meses tanto nacional como internacionalmente.
Además el secretario general de Cehat, Ramón Estalella, señala que «es muy positivo comprobar que las menciones a España en Internet siguen siendo mayoritariamente positivas. Observamos que la seguridad y la naturaleza son lo más valorado de esas búsquedas, junto con la cultura, la gastronomía y el ocio. El turismo de sol y playa de Canarias para el invierno también es muy destacado».
Sombra de una posible recesión
Los análisis elaborados por la consultora PWC muestran como de momento, los hoteles han sido capaces de ajustar los precios de las habitaciones sin erosionar la demanda, pero permanece la incertidumbre sobre cuánto tiempo se podrá mantener esta situación si la inflación permanece por encima del 4% en los próximos años.
De este modo los factores macroeconómicos podrían ensombrecer las favorables expectativas de la industria hotelera para los próximos meses. Los principales países emisores, como Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, han recortado notablemente sus previsiones de crecimiento, con un posible efecto negativo en el flujo de viajeros futuros.
Además, el actual contexto inflacionista afecta directamente al sector, que está sufriendo un incremento sustancial de los costes, especialmente de los relacionados con la energía y la alimentación.
En este contexto de precios como consecuencia de las subidas de los tipos de interés, el encarecimiento de las hipotecas se presenta como otro de los aspectos que está reduciendo la capacidad de compra de las familias y que también podría tener sus efectos en la evolución de la industria hotelera.
La devaluación del euro frente al dólar se muestra, por el contrario, como el único ingrediente macroeconómico que está jugando a favor del sector y que está fortaleciendo a Europa como destino turístico frente al resto del mundo.
El Smart Observatory muestra también cómo el sector hotelero se recupera lentamente de las consecuencias de la pandemia tanto en los ingresos por habitación (RevPar) como en la tarifa media diaria (ADR) que, desde junio de este año, ya se sitúan por encima de los niveles de 2019. El RevPar en octubre se situó en 66 euros (+17% que en 2019) y el ADR en 100 euros (+16% frente a 2019).
«Las ganas de viajar que tuvieron que contenerse debido a las restricciones de la pandemia se reflejan en las previsiones de ocupación y en los resultados obtenidos durante 2022. No obstante, hemos de tener presente que el escenario macroeconómico es muy complicado, por tanto, aunque presentamos hoy resultados optimistas, estamos vigilantes ante la complicada situación que se vislumbra», advierte Marichal desde la patronal.