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El Turismo tiene otro obstáculo, la inflación

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La recuperación del turismo mundial aún tiene un buen número de obstáculos. Uno de ellos es la temida tasa inflacionaria que golpea las economías de prácticamente todos los países del mundo tras la pandemia y los bolsillos de las personas.

«Todo ha subido de precio» es un lamento que no solo se escucha en la vida cotidiana. El problema también surge de manera cruda en el momento de decidir un buen viaje de vacaciones.

Los pronósticos más sensatos afirman que la industria del ocio sufrirá de inflación por un tiempo prolongado.

Los expertos aconsejan que cuando se seleccionen las próximas vacaciones se tenga en cuenta primero que los precios están visiblemente más altos, y hay que pensar cómo atenuarlos.

Ese es sólo un primer consejo. Otros se derivan del conocimiento actualizado de lo que puede enfrentarse en los días libres comenzando por el precio del transporte.

No hay que mencionar que la gasolina ha subido tanto como secuela de la pandemia como también de la guerra en Ucrania y de sus derivaciones de todo tipo.

Existen otros fenómenos financieros -pacíficos, por cierto-como obtener un «asiento» disponible en un avión.

Un fenómeno que indican las advertencias es que la disponibilidad es baja, lo cual se explica como signo de estos tiempos.

Una vez lograda la reservación sabremos que el costo de esta se ha elevado.

Si el ahorro ha sido un éxito durante el confinamiento, será una ventaja en el momento de reservar el viaje. Si no fue posible pues el problema inflacionario tendrá más peso.

Será un buen momento para aprender que el ahorro, si se logra, suele ser el mejor aliado contra el alza inflacionaria.

Existen otros mecanismos a tener en cuenta para vencer los cada vez más altos costos.

Economistas que han estudiado el asunto creen que algunas previsiones pueden ser buenas e incluso decisivas.

Aconsejan que debe elegirse un destino cercano o asequible por sus buenas ofertas.

Cuando sean planeadas las vacaciones deberán preverse como lo más prolongadas posible. Quienes aún trabajen en casa a causa del confinamiento, podrían quizá si las circunstancias lo permiten hacer sus labores desde el lugar de vacaciones.

Otra respuesta anti inflacionaria es gastar menos. Otra manera de obtener una ventaja anticipada es escoger bien el destino y seleccionar el que mejor se adecue al bolsillo.

Una buena información del mercado no estará mal.

Turoperadores de todas partes hablan cada vez más de cancelaciones de viajes grupales debido a los altos precios de las tarifas aéreas. Otros desisten de ciertos alojamientos porque los precios de estos subieron demasiado.

Por ello dedicar más tiempo en la selección del destino de descanso es actualmente una necesidad de la economía personal.

Pero pese a la situación inflacionaria actual hay realidades que llevan a los ajustes necesarios y con buena suerte a soluciones generales.

La inflación daña tanto al cliente como al suministrador de viajes, alojamientos y servicios diversos.

Las paradojas ayudan: Si los clientes pueden no aparecer porque el precio es muy alto, el suministrador puede ganar menos si pierde clientes.