No hay plato más reconfortante en los días fríos del invierno que un buen guiso. Este plato que nos preparaban antaño nuestras abuelas con tanto cariño es un auténtico festival de sabores tradicionales y está realmente delicioso. Requiere mimo y algo de tiempo, pero lo cierto es que si le pones un poco de ganas te saldrá de diez. De hecho, incluso los más torpes en la cocina están capacitados para prepararlo con éxito.
Lo mejor de este plato es que es ideal para congelar y sacar del congelador en esos días que estamos perezosas para ponernos a cocinar. Hay quien dice que los guisos han de hacerse siempre en cocina de gas (como se hacía antaño) en lugar de vitrocerámica, pero esto es bastante complicado puesto que en la mayoría de los hogares contamos con las segundas. Sin embargo, este punto no es imprescindible y aunque no dispongas de cocina de gas puedes hacer un guiso espectacular si tienes en cuenta estos sencillos consejos. ¡Apunta!
No vale cualquier carne
Sabemos que es una obviedad, pero nunca está de más recordar la importancia de usar ingredientes de calidad. Esto aplica, sobre todo, a la carne. No todos los cortes de carne son aptos para guisar (ni se te ocurra guisar un entrecot de ternera o un solomillo). Carrilleras, rabo o jarrete son algunas de las que van mejor con este tipo de receta.
El sofrito, la clave del éxito
Puede que tengas los ingredientes de la mejor calidad, pero si el sofrito no es bueno se quedará en un guiso mediocre. El sofrito lo es todo, por eso es clave que domines este paso. Se elabora a fuego lento a partir de tomate, cebolla y ajo (y, por supuesto, aceite de oliva). A partir de ahí, tú decides si quieres añadir algo más a esta base o te quedas con estos tres ingredientes. Una zanahoria, un puerro o un pimiento rojo o verde nunca están de más y le dan un buen toque. También es importante agregarlos por orden de dureza, pues no todos necesitan el mismo tiempo para cocinarse. De este modo conseguiremos que quede todo bien ligado. Recuerda que debe quedar bien hecho pero sin llegar a tostarse.
Dale sabor con un preparado de caldo
Parece una tontería, pero el líquido en el que se cuecen los ingredientes sí es importante. Normalmente agregamos agua, pero si queremos potenciar el sabor de nuestro guiso, lo ideal es hacerlo con un preparado de caldo. Hay quien dice que si vamos a hacerlo con agua, elijamos las de mineralización muy débil. Y, por supuesto, tampoco puede faltar un chorrito de vino, sidra o de brandy para aromatizar. No te preocupes por el alcohol, pues se evaporará durante la cocción.
No abuses de las especias
No sazones ni especies en exceso. Si te pasas, estas van a enmascarar el sabor del resto de ingredientes y no nos va a quedar igual de rico. Además, siempre tienes la opción de rectificar cuando esté listo.
Cocina a fuego lento
Lo ideal para que nos salga un buen guiso es hacerlo a fuego lento y con la olla tapada. Esto último es especialmente importante, ya que si lo hacemos sin tapa, el líquido se evapora y nos va a salir un cocido en lugar de un guiso. Tardará en hacerse, sí, pero te aseguramos que merecerá mucho la pena.