El reconocido artista urbano Farruko, cuyo nombre real es Carlos Efrén Reyes Rosado, anunció oficialmente el lanzamiento de la segunda generación de su línea de motocicletas Carbon Armor Scooter, una propuesta de edición limitada que combina diseño, velocidad, pasión y espiritualidad.
El evento de presentación se realizó en las instalaciones de Generators and More PR (GM Power Equipment), en Mayagüez, al oeste de Puerto Rico, y reunió a fanáticos, emprendedores y medios de comunicación.
“Gracias Puerto Rico por el apoyo que me están dando con las motos, y más que todo, agradecido con Dios por las cosas buenas que me están pasando. La gloria es tuya, Señor. ¡Gracias!”, expresó el cantante durante el evento.
Una pasión de infancia convertida en empresa
Carbon Armor Scooter nace de la conexión emocional de Farruko con su niñez en Bayamón, donde se crió entre talleres de carros y estaciones de gasolina propiedad de su familia.
“Desde pequeño me encantan las motos. Me crié en un taller de carros. Mi abuelo tenía un puesto de gasolina. Desde chamaquito estoy viendo este mundo. Pero, obviamente, la música fue la que me sacó hacia adelante, es mi primer sueño”, comentó.
El intérprete de éxitos como “Pepas” y “Delincuente” aseguró que esta iniciativa representa más que un negocio: es un reencuentro con su esencia, una nueva etapa donde fusiona sus intereses personales con su crecimiento espiritual y empresarial.
Una nueva etapa de vida
Farruko explicó que la pausa temporal en su carrera musical, derivada de procesos personales y emocionales, fue el punto de partida para diversificarse y explorar nuevas facetas.
“No iba a tener quizás el tiempo para pensar en cómo diversificar y entrar en una faceta de empresario de algo que me gustara. Esa pausa abrió puertas en mi vida, y una de esas es esta bendición de poder crear estas motoras”, señaló.
Diseño, propósito y velocidad
La línea Carbon Armor Scooter no solo apunta al mercado de las motocicletas de alta gama, sino también a un consumidor con afinidad por el estilo de vida urbano, la tecnología y los valores espirituales. Cada modelo representa el sello personal del artista, tanto en estética como en propósito.
Con esta nueva aventura empresarial, Farruko se suma a la creciente tendencia de artistas que apuestan por el emprendimiento como una extensión de su identidad artística y personal.