En tiempos muy delicados, la industria espera definiciones por parte de los estados en cuanto a unificar criterios de las restricciones, el uso de nuevas tecnologías es clave
Si bien en las últimas semanas se viene registrando un gran avance en cuanto a diferentes iniciativas para reducir restricciones al viajero y volver a potenciar la conectividad mundial, pasan los días y los estados no se ponen de acuerdo para unificar criterios. Es un momento sumamente tenso pues la industria llega a esta altura con números muy complicados y que ha llevado a cierres, fusiones y negociaciones que pueden sacudir el tablero.
Los pedidos ya son desesperados, tanto de las asociaciones como del sector privado. Tal es así que hoy nuevamente el Consejo Mundial de Viajes y Turismo exhortó a los gobiernos de todo el mundo a abandonar el concepto de «países de alto riesgo», y establecer esquemas de pruebas rápidas que permitan identificar a los «viajeros de alto riesgo».
Se trata de buscar un nuevo enfoque para no etiquetar a países enteros bajo el concepto “de alto riesgo”, y establecer mecanismos que faciliten la identificación individual de viajeros con mayor probabilidad de exportar el virus de un país a otro.
Además, recomendó a los países realizar un consenso internacional sobre las métricas utilizadas para evaluar el riesgo, así como un esquema de pruebas de salida y llegada rentable, completo y rápido para todos los viajeros.
Esto garantizaría que solo los viajeros con resultados positivos de COVID-19 sean aislados, mientras que los viajeros con resultados negativos puedan seguir realizando viajes seguros mediante la observación de los protocolos de higiene, el uso de cubrebocas y el distanciamiento social.
Gloria Guevara Manzo, Presidenta y CEO del WTTC, mencionó: “El riesgo basado en países enteros no es efectivo ni productivo. En cambio, redefinir el riesgo para los viajeros individuales será clave para reactivar los viajes internacionales de manera segura. Debemos aprender de experiencias pasadas y crisis como la del 9-11”.
“No podemos seguir etiquetando países enteros como ´de alto riesgo´, lo que supone que todos los ciudadanos en cualquiera de esos países, están infectados. Si bien el Reino Unido está experimentando actualmente altos niveles de contagio, es evidente que no todos los británicos están infectados; lo mismo ocurre con todos los estadounidenses, españoles o franceses”, destacó Guevara Manzo.
El WTTC asegura que la realidad es mucho más compleja. Con estos conceptos no solo se estigmatiza a toda una nación, sino que también detiene a los viajes y la movilidad.
Guevara Manzó enfatizó que se debe aprender a vivir con el virus y que se tiene que reconocer esta realidad y redefinir el concepto para centrarse en las personas “de alto riesgo”.
“Creemos firmemente que implementar un régimen de pruebas integral y el uso de tecnología, es la única forma práctica de restaurar los viajes internacionales de manera segura y evitar la exportación del virus. Además, un programa de pruebas integral será menos oneroso que el costo económico que conllevan las cuarentenas generales y los cierres de fronteras”, indicó.
Finalmente, la Presidenta y CEO del WTTC reiteró que se debe encontrar un equilibrio crucial entre la prioridad de la salud pública y la necesidad de mantener la actividad económica. Además de garantizar que las personas estén seguras y sanas, también se debe asegurar la salud de la economía mundial y reactivar los 174 millones de empleos a nivel global en viajes y turismo afectados por la actual crisis sanitaria.
Alexandre de Juniac, Director General y CEO de IATA expresó: «Nuestro pronóstico es que el tráfico regrese a la mitad de los niveles de 2019 en 2021. Pero la proliferación de restricciones a los viajes que hemos visto desde principios de año podría hacer que incluso esa modesta perspectiva sea muy desafiante».
«Frente a estas nuevas restricciones, nuestro llamado a una asociación con los gobiernos es aún más esencial. Habrá un punto de inflexión en esta crisis. Y es importante estar preparado para ello».
«No creo que nadie prevea un mundo libre de COVID-19 en el corto plazo. Ciertamente no en los próximos meses o incluso dentro de este año. Pero nuestra capacidad para gestionar el riesgo está aumentando a medida que más personas se vacunan y se amplía la capacidad de prueba».
«Con el tiempo, estaremos en un punto en el que estas y otras medidas darán a los gobiernos la seguridad de que el riesgo de reiniciar nuestras vidas, incluidos los viajes, es tolerable, reconociendo también los importantes beneficios sociales y económicos que están en juego. Estamos ansiosos por trabajar con los gobiernos como socios para comprender cuáles serán los puntos de referencia y las condiciones para una decisión que devuelva a las personas su libertad de movimiento».
«Una industria de la aviación que funcione agregará un impulso vital a la recuperación económica. De hecho, sin la aviación, la recuperación probablemente no sea posible. Todos hemos visto demasiadas historias sobre la terrible pérdida de puestos de trabajo y el sufrimiento humano en el sector de los viajes y el turismo. Las llamadas vacaciones de estancia y el turismo local no son la respuesta. Solo la aviación podrá impulsar una recuperación».
Algunos gobiernos ya han respondido positivamente a una asociación con la industria
En el Reino Unido, por ejemplo, IATA está trabajando con la asociación de aerolíneas local para proporcionar un marco recomendado. Y esto fue por invitación del gobierno, una señal muy positiva de que el enfoque de asociación generará un valor significativo.
En los EE. UU., IATA representa a las aerolíneas internacionales en las consultas interinstitucionales casi diarias de la Administración Biden sobre las medidas de COVID.
Y en América Latina, la semana pasada se ha anunciado un acuerdo con el Gobierno de Panamá y Copa Airlines para para poner en marcha una prueba del IATA Travel Pass. Esta es la primera aerolínea de las Américas que toma la inciativa y el primer gobierno del mundo en apoyarlo públicamente
